Después que se reportará que Nat Wolff sería el protagonista de la adaptación live-action de Death Note se dio a conocer que la película tendría una calificación “R”.

No obstante, esto no aseguraba su producción, por lo que aún la cinta estaba en charlas con Warner Bros para llegar a ser una realidad.

Desafortunadamente (o no), Warner Bros abandonó el proyecto por considerarlo como uno que no sería un éxito entre la audiencia, dejando así de lado la producción de esta película. Sin embargo, el interés por otras compañías no se hizo esperar y en un intervalo de 48 horas el productor, Roy Lee,  recibió varias propuestas de negocio de diferentes empresas del medio, entre ellas, de Netflix.

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Finalmente esta última compañia logró hacerse con esta propiedad, por lo que ahora la producción de Death Note está en manos de Netflix. Según se ha dado a conocer, el equipo original será mantenido, pero la empresa supervisará la realización para asegurar la calidad del producto y fidelidad al concepto original.

Aun así, no hay una fecha determinada para el lanzamiento de Death Note, además que también es incierto si solo será una cinta producida para Netflix o si podríamos llegar a verla en cines.

Fuente: The Wrap